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Ingeniero Industrial y de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Cartagena, Raúl Chumilla, ha hecho de la motivación su clave para progresar profesionalmente. Es el vicepresidente de Operaciones de la División de Fabricación de EE.UU del Grupo Cosentino. La Universidad ha reconocido su trayectoria entregándole el premio al mejor directivo UPCT.
Asegura que cuando terminó el instituto no tenía una vocación clara, pero se inclinaba entre estudiar Ingeniería, Derecho o Medicina. “La UPCT ofrecía la carrera de Ingeniero Industrial, y en Cartagena vivían mis abuelos, por lo que me decanté por Industriales”, cuenta al tiempo que relata que mientras cursaba la carrera se creó la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación y “no pude resistirme”.
Señala que ambas etapas “fueron completamente distintas”, ya que en la primera, la de Ingeniería Industrial “estuve principalmente centrado en la parte académica”, mientras que en la de Ingeniería de Telecomunicación “me centré en aquellas actividades que más me motivaban, como la Investigación y la Asociación de Ingenieros de Telecomunicación”.
La dificultad de ambos estudios le ayudó a “saber manejar la presión, acostumbrarte al estrés y nunca rendirte”, añade. Según cuenta, la UPCT le dio “momentos muy buenos y, sobre todo me puso muchos retos”. De hecho, señala que el nivel de exigencia de la institución docente “te proporciona una base para estar preparado a los retos profesionales que vas a tener una vez salgas de la Universidad y no tanto por la parte académica, sino por cada vez que te enfrentas a una situación de frustración que te exige superarte un poquito más”.
Conoció a la familia Cosentino durante sus primeros pasos en EE.UU. Esto fue hace más de una década cuando trabajaba para el Grupo ACS. “En mi etapa final con ACS, a la que debo gran parte de lo que soy hoy después de 4 países y más de 11 años, había empezado a perder la motivación y Eduardo Cosentino buscaba una persona con mi perfil para ayudarles en su negocio de EEUU. El reto me motivó nuevamente y estoy muy contento con el cambio”.
En Cosentino, Chumilla es el responsable de las operaciones en la división de Fabricación del Grupo en EEUU. La empresa cuenta allí con 12 talleres y alrededor de 400 personas dando servicio a todo el territorio americano.
A su vez, para él es “un honor” que la Universidad le haya reconocido como “uno de sus alumnos con mejor trayectoria. Es una alegría ver como la Universidad se interesa por sus antiguos alumnos”. En ese sentido, aconseja a los estudiantes que “siempre hagan lo correcto” y que se pongan “en la piel del otro”. Además, apunta que la base para ser un buen directivo y un buen profesional es “ser un buen ejemplo, entender las necesidades del equipo, tener una clara ética profesional y habilidad de manejar la inteligencia emocional”.